domingo, 24 de octubre de 2010

¡Aúpa, coto de Lorcha!

 La tarde anterior por consejo de Pablo, aunque más que consejo era amenaza, decidimos ir a pescar el coto de Lorcha en el río Serpis, sin saber lo que nos esperaba nos pusimos manos a la obra, quizá imaginando que sería como algunos de los intensivos que tenemos por la zona pero como habiamos decidido participar en el master de Lorcha la ocasión la pintaba calva.

Creo que el Serpis es único en La Comunidad y deberían de tenerlo un poco más en cuenta
Serian las 7 h de la mañana cuando Miguel aparecio en la puerta de casa, tras cargar el coche convenientemente nos dirirgimos a Lorcha en busca del río Serpis. Parada obligatora en Almansa pues había que reponer fuerzas de la noche anterior y lo mejor para el cuerpo una cerveza y un bocadillo de chorizos y morcillas ¡Ya sé que es demasiado a las 7:30 h para el cuerpo, pero apetecía!. Aunque con una hora de retraso sobre lo previsto llegamos a Lorcha y llamamos a Salvador, guarda del coto, que nos atendío maravillosamente. Salvador, un señor carismatico de la zona, nos guío al tramo acotado (Aunque estos Valencianos son muy raros, pone Vedat) nos dío mil y un consejo, nos quitó unas moscas y nos regaló un poco de eso que tanto se hecha de menos "sencillez".

Miguel manejandose con una hermosa trucha.
Ya en el río advertimos que no es lo que esperabamos, es mucho más, pero con diferencia, un río de mil y una postura, aguas indescifrables, piedras y orillas resbaladizas, para colmo el agua tomada en un ligero color ceniza-verdoso. Quien diría que estamos en Alicante a 300 m sobre el nivel del Mar y pescando un río sin tramos lentos, con fondos de gravas y unas truchas fuertes como ellas solas.



Manejando una bonita iris capturada con la panamericana
 Las capturas no se hicieron esperar, primero la Fandecataluña, luego la Paparamericana y así sucesivamente. Lejos de situarse en parados, como normalmente encontramos a esta especie, la primera sorpresa viene de las posturas que ocupan, posturas típicas de trucha. La segunda viene de mano de lo fuertes que están, ni que salvador  les diese esteroides, coño con las truchas del Serpis

Truchas fuertes y muy enteras.
¡Truchas con cohones! como diría la princesa Urue y la tercera de lo bien hecha que estaba la repoblación pues los peces estaban muy repartidos.  Las capturas se fueron sumando, una tras otras arrojando un numero de capturas próximo a unas 35 para cada uno, y eso que por la tarde pescamos un tramo ya pescado por tres pescadores en la mañana.


Ensalabrando una que me brindo una dura pelea.

 Ya finalizando y muy cerca del azud que delimita el tramo sin muerte, la sorpresa no tarda en llegar, veo algo que emerge del agua con un tamaño estupendo, se lo comunico a Miguel y paciente esperamos hasta que una hermosa carpa, quizá barbo, da un salto y nos muestra su cuerpo en todo su explendor. Lo intento, Miguel me observa expectante, pero bajo la higuera ya no se mueve nada, es hora de poner fin a nuestra jornada de pesca.


¡Que guapo! ¡Se nota como me divertí!


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